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Mario Obrero recibe el Premio Nacional de Juventud 2023 en la categoría de Cultura

El poeta Mario Obrero (Madrid, 2003) ha sido galardonado con el Premio Nacional de Juventud 2023 en la categoría de Cultura, concedido por el Injuve. El premio, dotado con 5.000 euros, pretende «estimular y reconocer la trayectoria y el esfuerzo de aquéllos jóvenes que por su dedicación en su trabajo e implicación personal, ponen de manifiesto su compromiso en distintos ámbitos de la sociedad», y se concede en 5 categorías: compromiso social, cultura, medio ambiente, deporte, ciencia y tecnología y derechos humanos.

La candidatura de Mario Obrero fue presentada por La Bella Varsovia (Anagrama), editorial encargada de la publicación de Cerezas sobre la muerte, libro que surge de su participación en la iniciativa “Ruta al exilio 2021”. Un poema de memoria histórica y un poema de lenguas—euskera, asturianu, castellano, català y galego—, construido desde las imágenes que se escriben y desde las imágenes —acuarelas y collages— que se pintan. Muerte y vida, belleza y reparación; versos para el futuro sobre el compromiso del lenguaje y las posibilidades de la poesía para mirar —y pensar— la realidad y el origen.

 

Mario Obrero nació en Madrid en 2003, y comenzó a escribir a los siete años. Ha publicado los libros Carpintería de armónicos (XIV Premio de Poesía Joven Félix Grande; Universidad Popular José Hierro, 2018), Ese ruido ya pájaro (Ediciones Entricíclopes, 2019), Peachtree City (XXXIII Premio Loewe a la Creación Joven; Visor, 2021) y Cerezas sobre la muerte (La Bella Varsovia, 2022). Cursó Bachillerato de Humanidades en el instituto público La Senda de Getafe. Presenta Un país para leerlo, programa literario que se emite en La 2.

 


Algunas reflexiones de Mario Obrero sobre su obra y pensamiento (puedes leer más aquí):

«La guerra ha acabado: qué permanece de un conflicto civil casi cuatro generaciones después, cómo atañen la memoria histórica y los crímenes del franquismo a las bisnietas del conflicto. Me interesa mucho ese verso de Szymborska: “después de cada guerra/ alguien tiene que limpiar./ No se van a ordenar solas las cosas,/ digo yo.” Como la memoria es un ejercicio sano, natural y necesario más allá de la nostalgia o el sambenito del enfrentamiento, guerracivilismo, rencor… Por el contrario, invita a avanzar (“allez allez rêvez”).»

«La imposibilidad de un futuro, de un horizonte sujeto a cientos de miles de desaparecidas/ asesinadas/ encarceladas. Es un libro (creo yo) que habla (mejor dicho, intenta hablar) mucho de futuro.  (“sucede que mi juventud se erige sobre la albura de los fémures…”: la juventud de una sociedad erigida sobre muerte y terror).»

«El plurilingüismo como estado natural y propio del poeta. Pensar en, por ejemplo, las Glosas Emilianenses y la naturalidad con que el euskera y el castellano comparten páginas.»

«El compromiso, la admiración y la utilidad de las cinco lenguas elegidas: además de una elección política, es igual de importante la profundidad poética que estas lenguas proponen (furacu azul, o carouxo, a engurra na camisa, paraula i blat, txitxirioak…).»

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